martes, 5 de junio de 2012

Investigación en torno a la Prehistoria de la Cueva de Ardales

El Director de la Red Patrimonio Guadalteba, Pedro Cantalejo, ofreció el pasado viernes una conferencia sobre la Investigación en torno a la Prehistoria de la Cueva de Ardales en la Facultad de Ciencias de la UMA. Esta actividad se enmarca en el vicerrectorado de Investigación y Transferencia - Red Temática Local: ARQUEOMETRÍA y GEMOLOGÍA. Tuvo lugar en el Aula M2 de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga, en el Campus de Teatinos.


Resumen de la conferencia:
Desde su descubrimiento en 1821, la cueva de Ardales ha sido un espacio singular en la provincia de Málaga. Sus primeros pasos como elemento clave en los inicios de turismo malagueño (Cueva de Doña Trinidad Grund) y la posterior vinculación con el arte rupestre Paleolítico europeo en 1918, a través del prehistoriador francés Henri Breuil que la incluye en los manuales de todos los investigadores del siglo XX, hasta estos momentos, cuando sigue en la vanguardia de la investigación científica de la Prehistoria de Málaga, la cueva de Ardales es un magnífico laboratorio científico donde poner a prueba los nuevos métodos de investigación que hacen posible un acercamiento al conocimiento certero de la Prehistoria sin presionar ni deteriorar el yacimiento arqueológico ni la colección artística paleolítica que conserva.


El patrimonio arqueológico y artístico de la cavidad se ha convertido, a lo largo del tiempo, en uno de los más interesantes conjuntos paleolíticos andaluces: los más de mil motivos artísticos inventariados, los numerosos enterramientos en superficie, los restos arqueológicos atesorados en sus sedimentos y las evidencias de utilización de sus grandes salas y galerías, están permitiendo que los jóvenes investigadores, de muy distintos campos, aporten visiones novedosas a la Prehistoria.


Las vías de investigación abiertas en estos momentos, tratan de concretar los usos que la cavidad mantuvo durante un largo proceso de ocupación, de más de cincuenta mil años, desde el Paleolítico Medio hasta finales del Neolítico. Se trata, por tanto, de fijar, mediante el empleo de las nuevas tecnologías, todos los objetivos de investigación que un extenso equipo internacional, entre los que destacan los andaluces, sean capaces de desarrollar para convertir la cueva de Ardales en un laboratorio científico del siglo XXI.