sábado, 24 de septiembre de 2011

Actuación arqueológica puntual en la Cueva de Ardales (Málaga)

Dentro del marco del Proyecto General de Investigación: “Aplicación de nuevas tecnologías al conocimiento de yacimientos prehistóricos en la Comarca del Guadalteba”


La Cueva de Ardales es un yacimiento prehistórico emblemático en el sur de la Península Ibérica, que inició su andadura en las referencias bibliográficas desde el siglo XIX (Madoz 1845), incorporándose definitivamente al listado de yacimientos rupestres paleolíticos a principios del siglo XX (Breuil 1921) y rompiendo una lanza por la aplicación de las nuevas tecnologías digitales para la reproducción de arte y su secuencia gráfica durante el siglo XXI (Cantalejo et al. 2005). Se conoce muy bien la situación topográfica de las salas y su relación microespacial con los más de doscientos cincuenta paneles con manifestaciones de arte rupestre inventariados. La cronología del yacimiento, según las manifestaciones artísticas, cubre la secuencia del Paleolítico Superior, pero no se conoce de momento la ocupación humana de la cueva fuera del contexto artístico, salvo algunas evidencias arqueológicas superficiales adscritas al Neolítico. Además de la boca de entrada actual, con unos accesos transformados, se suponen varias entradas originales tapadas por erosión de sedimentos y depósitos de caos de bloques, que deben conservar información sobre la relación de la cavidad con los seres humanos.


Por medio de unos sondeos de georadar se podrá analizar el entorno fuera de la cueva, en la zona de la entrada actual, también esta tecnología puede aportar información sobre las entradas taponadas sin necesidad de alteraciones físicas. Junto a la utilización del georadar se podrán realizar perforaciones geoarqueológicas para entender la conformación topográfica de las entradas y posibles zonas de ocupación humanas. Las muestras obtenidas de las perforaciones en cilindros se utilizarán para realizar análisis sedimentológicos y en caso de partículas biológicas, podrían realizarse dataciones de carbono 14.

Dentro de la cueva y en las escalinatas de acceso (zona más próxima a la boca de entrada) se pueden desmantelar dos zonas de las paredes artificiales o muretes, construidos durante el siglo XIX en el cono de la entrada, durante la habilitación de los recorridos interiores. En los perfiles que están al descubierto, se realizarán sendos nuestros sedimentológicos y para dataciones que aclaren las épocas de apertura y cierre de la cavidad, dado que la información sobre su descubrimiento asegura que estaba totalmente obstruida y que sólo el colapso que sufrió la boca actual, causado por un terremoto, permitió el acceso al interior.


Otra de las actividades que aplican las nuevas tecnologías a la investigación del yacimiento de la Cueva de Ardales es el análisis cronológico de espeleotemas, técnica que se ha desarrollado mucho en los últimos años y cuya resolución cronológica ha mejorado ostensiblemente. Gracias a estos avances, el estudio actual de los espeleotemas constituye una fuente importante para la reconstrucción del clima Pleistoceno. En Cueva de Ardales existen ya unos datos de base sobre este tema, pero es necesario ampliarlos y precisarlos con nuevas muestras que determinen las fechas de los diversos suelos estalagmíticos en el entorno de la entrada.

En relación al arte rupestre realizaremos un acercamiento a dos paneles gráficos paleolíticos, mediante la aplicación de dos nuevos productos tecnológicos: un scanner de superficie de alta resolución para los grabados y un scanner de tipo Hyperspectral para las pinturas. La primera de las nuevas tecnologías permitirá un mapa de alta precisión y resolución, que facilitará la segregación de grabados de las fisuras naturales, el segundo scanner permitirá analizar la composición mineralógica y después transforma esta información en una imagen. Así se puede leer restos de colores mínimos que no son visibles a nivel macrocópico, para completar pinturas fragmentarios o muy absorbidas por los soportes naturales. Además, se puede separar diferentes tipos de colores y conocer distintas fuentes geológicas, aportando información precisa sobre las recetas empleadas en su ejecución. Ambos scanners trabajan de forma no invasiva por lo que la presión de la investigación se traslada a los laboratorios y no al yacimiento.

Por tanto, se pretende realizar en el marco del Proyecto Guadalteba y como actuación puntual para el año 2011 en Cueva de Ardales, prospecciones y estudios arqueométricos que avancen en el conocimiento de la topografía, cronología interna del yacimiento para precisar datos de las ocupaciones humanas, así como los impactos climáticos en la secuencia geoarqueológica de la cavidad.